
En estos claros sin penitencia tu imagen estalló. Sus lunas indicaron la sed en la idea, mientras apariencias giraban en torno al permanente ánimo lúdico.
Con la melodía de tu cuerpo se recrean los astros, envidia. Yo me detengo. ¿Las ideas son inaccesibles o mi alma reanuda su sabiduría?
irrumpe el mar, inmenso, es demasiado fuerte, creo poder soportarlo, pues no busco que mis pies vuelvan a perder el rumbo, es el silbido del viento que me hala hacia el bien, ética de mi principio, es que ni la metafísica asciende a ella.
Los sentidos explotan señores, no es un elixir no es sensacionalismo solo nos estamos reinventando. ¿Será que la canción llegó hasta el sol?
Me abrazo al infinito, no teman suelo ser impreciso, es que su incandescente mirada deslumbra a la razón.
El eco se anuncia eternamente último pero en esta oportunidad es él, el que enlaza el inicio de la episteme.
Con la melodía de tu cuerpo se recrean los astros, envidia. Yo me detengo. ¿Las ideas son inaccesibles o mi alma reanuda su sabiduría?
irrumpe el mar, inmenso, es demasiado fuerte, creo poder soportarlo, pues no busco que mis pies vuelvan a perder el rumbo, es el silbido del viento que me hala hacia el bien, ética de mi principio, es que ni la metafísica asciende a ella.
Los sentidos explotan señores, no es un elixir no es sensacionalismo solo nos estamos reinventando. ¿Será que la canción llegó hasta el sol?
Me abrazo al infinito, no teman suelo ser impreciso, es que su incandescente mirada deslumbra a la razón.
El eco se anuncia eternamente último pero en esta oportunidad es él, el que enlaza el inicio de la episteme.
Disculpame. Vos entraste a una librería de Calle Corrientes a las 2 de la mañana un sábado con una botella de caipiriña en la mano y las zapatillas a medio poner?
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Firma: el Capitán Tostada.