
Sócr. En la guerra, un hombre resiste con firmeza y está dispuesto a combatir, por un cálculo inteligente, sabiendo que otros vendrán en su ayuda, que el adversario es menos numeroso y más débil que su propio bando, y que tiene además la ventaja de una mejor posición. Este hombre, cuya persistencia se apoya en tanta prudencia y preparativos, ¿te parece más valiente que quien, en las filas opuestas, sostiene enérgicamente su ataque y persiste en él?
Laq. Es este otro el que me parece más valiente, Sócrates.
Sócr. Pero la persistencia o firmeza [de este último] es menos sensata que la del primero.
Laq. Es verdad.27
Laq. Por Zeus, Sócrates, ciertamente que no.
Sócr. ¿No habíamos dicho que la audacia y la persistencia insensatas eran innobles y perjudiciales?
Laq. Cierto.
Sócr. Y habíamos convenido en que la valentía era algo hermoso.
Laq. Efectivamente.
Sócr. Pues bien, ahora resulta que, por el contrario, llamamos valentía a algo feo: a la persistencia insensata.
Laq. Es verdad.
Sócr. ¿Te parece, pues, que hemos dicho bien?
Laq. Por Zeus, Sócrates, ciertamente que no
No hay comentarios:
Publicar un comentario