En el estado de inocencia hay paz y reposo, pero hay,
al mismo tiempo, otra cosa, que sin embargo no es
guerra ni agitación, pues no hay nada con que guerrear.
¿Qué es ello? Nada. Pero ¿qué efecto ejerce?
Nada. Engendra angustia. Éste es el profundo misterio
de la inocencia: que es al mismo tiempo angustia.
Soñando proyecta el espíritu de antemano.
El paso del tiempo.
Esa búsqueda de sentidos, el ¿por qué?
y
y la filosofía.
Por eso, estamos vivos
La angustia es ontológica. Es parte.
y está bien.
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