La estanca melodía de arrabal que se ha apostado.
Los días, sujetos del tiempo, acontecen sobre aquello que distrae a los hombres. Entonces todos se largan en la carrera de los acontecimientos; sus tránsitos son buenos o malos, y de eso sí parecen conscientes.
Donde ocurre lo contrario, las reflexiones sobre sucesos que van y vienen parecen asemejarse a algún cortejo fúnebre, fuerte analogía que no ha de ser, tal vez, precisa, pero en ello hay un disgusto propio de esas procesiones.
Con respecto a quién entienda sobre ésto, no buscará algún sentido. Será que ante la presencia de lo ausente uno pendulea en universos de necesidades abstractas y sin mucha significación. No es una tarea sencilla dejarse llevar ante la futlidad que supo construirse a sí misma.
Cabe destacar, como es de costumbre, que si uno está aquí es por la intransferencia de determinadas situaciones. Siempre que pude evité hablar del espanto y cuando por dentro la estanca melodía de arrabal se reitera, la voluntad del hombre es la que adormece ese pavor de los débiles. Quién pudiese estremecerse ante tal afirmación: las voluntades son como los días y como los hombres, distraídos, aunque estén estrechamente atravesados por el tiempo.
No quiero hablar del egoísmo de los hombres, al fin esa opacidad ha de salvarlos, ¿no es así?
Pero quien se deja mecer por la agradable pereza del olvido habrá de encontrar en el tiempo una consecuencia y no un tránsito. El olvido es la peste del timorato; no obstante en el olvido se sujetan las más tiernas mentiras que han de ser anécdota del hombre de la voluntad.
Y sobre la memoria espada de damócles del olvido hemos de ser considerados. Las más tiernas verdades, son el alimento de su existencia, y quién pretenda enarbolarse bajo la venganza corrosiva del olvido sabrá que hubo verdades que nunca, nunca dejarán de estar allí. Olvido y memoria, de muchos años podrán ocuparse, con la sensatez del hombre de razón allí encontrarán el sentido y donde emerja el temible depósito de angustia, ese cántaro de ardor que suplica residuo y ceba al hombre de bien, olvido y memoria estarán resignados ante la voluntad. Y el mártir del misericordioso será quien, ni con la tenacidad de las nostalgias, podrá permitirse más pasos de los que ya ha dado sobre mí.
¿Quién podría escribir sobre tantos nortes resplandecientes?
Es quien se ha hundido y conoce bien los rincones de la fosa.
Lo importante es el movimiento

Han Shuli 韩书力
domingo, 6 de octubre de 2013
viernes, 27 de septiembre de 2013
lunes, 15 de julio de 2013
domingo, 30 de junio de 2013
martes, 18 de junio de 2013
jueves, 13 de junio de 2013
hubo tiempo; hay momento.
el tiempo es una construcción del hombre en tanto que parte desde su condición de conciencia de sí.
a veces pienso que perdemos el tiempo
pero cuando llega el tiempo indicado, uno piensa que lo que se ha perdido, también forma parte de una construcción.
4:00 am.
nico
a veces pienso que perdemos el tiempo
pero cuando llega el tiempo indicado, uno piensa que lo que se ha perdido, también forma parte de una construcción.
4:00 am.
nico
domingo, 2 de junio de 2013
martes, 28 de mayo de 2013
La consagración de la causalidad
La inminencia de otro momento.
Causalidad.
Entonces;Asumir la fenomenalidad del mundo interior es, además, alinear la conexión de la experiencia íntima con la "causalidad" externa, la cual es igualmente una ilusión que disimula el juego de las fuerzas bajo el artifice del orden.
domingo, 12 de mayo de 2013
ECO B20-B99
Compartiendo una tarde de mates con Eduard Gufeld
y de paso compartiendo los títulos del
Proyecto de Investigación:
De la conflictiva hermenéutica a la semántica del reconocimiento: marco filosófico para la práctica de los derechos humanos.
Y del seminario:
De La complejidad de la construcción identitaria y los/as sujetos en la educación
Avanzaremos sobre estoooo
y de paso compartiendo los títulos del
Proyecto de Investigación:
De la conflictiva hermenéutica a la semántica del reconocimiento: marco filosófico para la práctica de los derechos humanos.
Y del seminario:
De La complejidad de la construcción identitaria y los/as sujetos en la educación
Avanzaremos sobre estoooo
sábado, 11 de mayo de 2013
Qué bueno es poder sentarse a escribir dijo un amigo y ya no sugirió más.
Entonces me puse a pensar en la nobleza del texto.
Antes, cuando pensaba que la inspiración corría por cuenta de la angustia, participé absolutamente de la ausencia de las notas.
Dónde siento placer, sino aquí.
A quién escribo sino a mí.
El acto narcisista de verse a uno mismo reflejado en el relato también constituye una identidad, es por eso que me arrojo a las líneas que antes había desechado, ¿por qué?
Quién necesita de la expresión primera del texto, sabiéndose primero en el sentimiento, dando a aquel un protagonismo absoluto, que ya acaba con todo tipo de expresión segunda.
Así hoy, desde mis tensas facilidades por sentarme tras lo mutuo que expira, he repuesto mis ánimos de esta actividad tan absorbente como fantástica.
Son las 5:31 y el silencio es un gran proveedor. Quién entendería este placer?
Será el silencio que inevitablemente se transformará en forma? O quizá yo mismo que reincida en estas líneas?
Pues más allá de toda suposición de recepción yo me acabo en estas líneas; y qué más puedo pedir.
Entonces, para acabar, bien digo, me alojo en todas mis memorias que no dejan de aproximarse sin mediar riesgo y así puedo enfrentar todo letargo de silencio, y me refiero ya no al silencio que me acompaña, sino al silencio que estoy construyendo
En fin, acabo. Para qué? Para quién?
Un ejercicio.
Un fruto más de la armonía que opaca toda reminiscencia.
Necesaria.
Ser.
Al fin.
Entonces me puse a pensar en la nobleza del texto.
Antes, cuando pensaba que la inspiración corría por cuenta de la angustia, participé absolutamente de la ausencia de las notas.
Dónde siento placer, sino aquí.
A quién escribo sino a mí.
El acto narcisista de verse a uno mismo reflejado en el relato también constituye una identidad, es por eso que me arrojo a las líneas que antes había desechado, ¿por qué?
Quién necesita de la expresión primera del texto, sabiéndose primero en el sentimiento, dando a aquel un protagonismo absoluto, que ya acaba con todo tipo de expresión segunda.
Así hoy, desde mis tensas facilidades por sentarme tras lo mutuo que expira, he repuesto mis ánimos de esta actividad tan absorbente como fantástica.
Son las 5:31 y el silencio es un gran proveedor. Quién entendería este placer?
Será el silencio que inevitablemente se transformará en forma? O quizá yo mismo que reincida en estas líneas?
Pues más allá de toda suposición de recepción yo me acabo en estas líneas; y qué más puedo pedir.
Entonces, para acabar, bien digo, me alojo en todas mis memorias que no dejan de aproximarse sin mediar riesgo y así puedo enfrentar todo letargo de silencio, y me refiero ya no al silencio que me acompaña, sino al silencio que estoy construyendo
En fin, acabo. Para qué? Para quién?
Un ejercicio.
Un fruto más de la armonía que opaca toda reminiscencia.
Necesaria.
Ser.
Al fin.
sábado, 20 de abril de 2013
La metáfora viva
Luego de esta breve reseña, busqué algo más específico
que la “autobiografía intelectual”. En
el libro “Del Existencialismo a la Filosofía del Lenguaje” encontré algo más de
terreno sobre la cuestión de plantear una noción aceptable de la existencia a
partir de la interpretación de los símbolos; el hecho de poner en jaque al
cogito cartesiano a través de una readecuación desde el “yo soy” al “yo soy a
partir de la interpretación de sí”. Tal vez poner en eje su noción del cogito brisé y desapropiar al sujeto en
tanto fundamento de todo significado, pensando la tarea hermenéutica de
repensar los signos de la cultura por medio de su expresión en el lenguaje. De modo,
pensar los enunciados metafóricos: “así como el sentido metafórico resulta de
la emergencia de una nueva pertinencia semántica de las ruinas de la
pertinencia semántica literal, la referencia metafórica procedería del derrumbe
de la referencia literal” y considerar su planteo de virar desde el enunciado
metafórico de “ver como” a uno de “ser como”. Dar ruedo a las tesis de redescripciones que brotan a partir de entender
al lector como captador de la nueva pertinencia semántica, alejándose de la
pertinencia literal, que surge de la metáfora misma. Concluyendo, centralizar
el mundo del lector en tanto escenario ontológico de las operaciones de sentido,
alejándose de una visión inmanentista, impropia de aquella exterioridad.
Camino semántico búsqueda ontológica
Pensado por medio de un giro hermenéutico:
a través del símbolo y de la interpretación
domingo, 14 de abril de 2013
¡VIVEN!
Pájaro grande en el cielo volando a Lima, Perú
domando tormentas miedo acá arriba.
Sólo pienso en tu miel mi nena buena
entregado al azul que me amenaza.
Ya ciego te empiezo a ver y creo sentir tu voz
pero si debo morir no va a ser hoy.
Entregado y sin poder ya nada hacer, amor
pero si debo morir no va a ser hoy.
lunes, 18 de febrero de 2013
Ateísmo.
Dios nos ampara.
Gritos, hasta caer,
me espera la luna;
y todos los recuerdos.
¿Quién es entonces?
¿Quién soy?
Falso espiral de la historia.
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Circularidad Hermenéutica
