El Dasein -inauténtico- se entretiene con las cosas, se entrega a la trivialidad de las relaciones sociales o de los placeres estéticos, en un olvidar la profunda tragedia de la existencia.
El auténtico, en cambio, es un abrazarse con la angustia, un vivir consciente de la tragicidad del existir, una presencia constante del destino último de la existencia: la nada, a través de la muerte.
La problemática está en:
la decisión de arrojarse, auténticamente. Para-sí.
y la de hallarse a sí mismo en el carácter de arrojado, que le es exterior al ser, y claro está, lo determina,
lo "decide"
matar.
Este último lo veo como un primer impulso hacia la autenticidad;
es que, yo no sé si podré soportar este viraje.
saludos
nico.
Este último lo veo como un primer impulso hacia la autenticidad;
es que, yo no sé si podré soportar este viraje.
Aunque no debo dejar de agradecer el estímulo.
saludos
nico.
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